Lima, la ciudad gris.

2 de Septiembre de 2014


Al cruzar la frontera, comenzó nuestro infierno psicológico: estábamos en :-) El Callao. Conocimos a una pareja de españoles, con quienes compartimos el taxi (40 soles por pareja).



Con los nervios y la sensación de peligro, intentamos regatear el precio de forma brusca, y cuando nos relajamos le pedimos disculpas al taxista. El trayecto duró casi dos horas hasta nuestro destino, Chorrillos, entre chistes del taxista y la garúa (niebla) que cubría el cielo. Fueron dos horas de acojone por la velocidad, pensando que íbamos a chocar en cualquier momento y con solo dos carriles para tropecientas filas de coches.

Desde la casa de Chorrillos se veían las chabolas del cerro. Nos recibió Estela, invitándonos a desayunar copiosamente y a ponernos cómodos. Habíamos pasado nuestra primera prueba y el infierno se desvaneció con la acogida de esta familia.




Después de descansar en nuestra habitación, Estela nos acerco a coger un combi (mini bus), que lo podías parar en cualquier lugar de la vía. Nos costó dos soles por cabeza. Fue muy auténtico ir apretujados y con música peruana de fondo, mientras veíamos pasar las casitas de colores.

En nuestra llegada al distrito de Barranco, visitamos el puente de los suspiros, donde había una escalinata que llegaba hasta el mismo Pacífico. El cielo estaba cubierto de gallinazos (aves rapaces), y la escalinata de perroflautas fumaos. También vimos el antiguo funicular, que ahora es un restaurante.



Habíamos quedado con David, nuestro profesor clown alicantino, quien nos llevó a comer al restaurante Canta Rana. Allí tuvimos nuestro primer encuentro con la gastronomía peruana. Para beber, pedimos una chicha morada (refresco de maíz dulce morado) y una Cuzqueña (cerveza). Para comer, nos trajeron de aperitivo unas canchitas (maíz) y alubias en vinagreta, y de platos fuertes un ceviche (pescado crudo curado con limón, acompañado con choclo, rocoto y camote) y un tiradito (ceviche en láminas con ají amarillo). De sobremesa, nos fuimos al mirador de Barranco a tomarnos unos picarones (buñuelos de camote) mirando al mar. Salimos en total a unos 30 soles por cabeza.


David nos acompañó a comprarnos una tarjeta de móvil peruana y unos pastelitos para la familia, y nos despedimos.

Tomamos otra combi hacia Huaylas y evitamos pasar por el parque Fátima de enfrente de la casa, lugar donde el peligro habita de noche (aunque también lo evitábamos de día, por si acaso).

Por la mañana conocimos a la madre, y ahora nos recibían Arístides (el padre) y Camila (la niña pequeña), con quienes compartimos los pastelitos mientras hablábamos de política y cultura.

Mochileta tuvo cojones a ducharse con agua fría, porque no había agua caliente, y espabiló.

Descubrimos una nueva palabra: en España podemos ser pareja, compañeros, novios... Pero aquí en el Perú somos "enamorados".

Jugamos un ratito con la niña, quien nos acojonó con historias de fantasmas y cadáveres, y nos dormimos muy prontito.



Cuando llegó Estrella, nuestra anfitriona de BeWelcome.org hija de la familia, estábamos zombis...


5 comentarios :

  1. Pobre taxista, acojonado por vos...

    Mamiblue

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  2. Soy Joan....Que tal Chicos!!??...Me encantó todo...sobre todo la foto con David! jajaaja. La verdad que sigo teniendo esa mezcla de sentimientos enfrenteados entre alegría por vosotros y envidia que os mataba :-P. Una cosa...la página de bewelcome creo que es .org....lo digo por si quien os lea y siga está interesado. Puede ser?

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    1. Gracias por la aclaración, Joan! :) Estamos cansaos del ajetreo de cambios de clima sobre todo, pero estamos muy bien. Nos alegra que os esté gustando. Chico, vente para acá! Te esperamos! Jajaja. Pero no nos mates... Un besicooo!

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  3. Esas casas de Lima tiene toda la pinta de poder deslizarse sobre el barro de la ladera con un poco de agua. Cuidado!

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  4. NE,Y,NO hola de verdad que lo admiro de la fuerza que tenéis de estar por ahí como estáis de un lado para otro con la casa acuestas pero cuando allegáis tenéis la mesa digo yo o asi me lo pienso un Urra por vosotros a seguir la marcha besos

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