Esta mañana íbamos a visitar una de las ciudades (en ruinas) más grandes y antiguas de la cultura peruana y chachapoyas: Kuélap, una ciudad en lo alto de una montaña.
Madrugamos para coger el bus de las 8:30h, que tardaba unas dos horas y media en llegar. Acabábamos de entrar en la carretera de la muerte III, con sus precipicios correspondientes y su carretera estrecha. Uno nunca se acostumbra a que la muerte te salude...
Hicimos dos paradas antes de llegar a nuestro destino. La primera fue en el complejo arquitectónico de Macro, otra de las ciudades perdidas. Se hallaba en la ladera de una montaña, como incrustada en las rocas, y de ésta sobresalían muchas torres circulares. La segunda parada fue en el restaurante de un pequeño pueblito, donde íbamos a reservar la comida para nuestra vuelta. Pedimos cecina de cerdo y trucha.
Fue una excursión un poco lúgubre, porque el grupo con el que íbamos era muy soso. Además, una señora alemana se reía misteriosamente de nosotros... Y un hombre mayor, con quien Mochileta intentó hablar en quechua, daba cabezadas a nuestro lado en el autobús.
Llegamos a un parking a 30 minutos de las ruinas, y empezamos nuestra caminata en ascensión. El ambiente nos decía que iba a llover esa mañana, pero íbamos preparados. Hacía frío allá en las alturas, y se veían vistas de las montañas y todas las tierras de cultivo. De repente, nos tropezamos con una gran muralla de más de 12 metros de altura que rodeaba la ciudad. La bordeamos hasta llegar a la puerta de entrada, una abertura de piedra en medio de la muralla, con una escalinata también de piedra, donde se veían pisadas de antiguas llamas.
Al llegar arriba, vimos la ciudad por dentro en toda su inmensidad. Un conjunto enorme de casas, templos y torres, todos circulares, se repartían en el espacio, mezclado todo entre la hierba y la maleza de las bromelias (plantas rojas que crecen en los árboles). Aparecieron a nuestro encuentro 5 llamas gigantes, pero el guía nos advirtió que no nos acercáramos a ellas, ya que daban buenas patadas.
Visitamos las salas de sacrificios, los edificios funerarios (donde se podían ver todavía huesos), los miradores desde la parte más alta y los relieves ornamentales de las casas.
Después de nuestro recorrido por la ciudad de las nubes, infranqueable para el enemigo conquistador, descendimos por la escalinata que llevaba a la salida, en forma de vagina gigante de piedra. Estaba lloviendo bastante, como auguramos, y hacía mucho frío.
Cuando llegamos al restaurante, nos tenían preparados dos entrantes antes de nuestra comida: sopa de mote y frijoles, y ocopa a la arequipeña, acompañados de té de cedrón.
Al llegar al hotel, nos dimos una ducha bien calentita y salimos a cenar... Sí, repetimos pizzas! Por la noche, Mochileta sintió dolores fuertes de estómago. Algo malo se avecinaba, pero eso se desvelará en el siguiente capítulo...
De qué se reiría la teutona esa... Mochileto se miró si llevaba la bragueta abierta o algo?
ResponderEliminarLe olísteis el aliento? A ver si iba ciega de birra, jajaja!
Huy...vagina gigante de piedra... sois unos fistrometafóricos!
Veo que la penetración fue bien y esas llamas no os escupieron a la cara.
En fin...otro día más, mucho tiempo ha que ya pasó...
Mamivagisil, jajaja
NE ,Y NO, hola que morbosos sois otra ves en la carretera de la muerte es que todas se llaman asi dios yo mese aprieta el estomago de le erlo na menos lcena esa carnuza de animales viejos y sois capas de comer esa porquería no le va a doler el estomago asta el hígado anda y venirse ya porque para ver unos pedruscos y yerbajos secos anda ya no veis bastantes por aquí para ver ruinas y las llamas si los dan una patada o un escupitajo se perdéis cuanto sufrir para todo eso no estáis mui bien vosotros eso es para mear y no echar gota unbesoooooooo
ResponderEliminarNE,Y NO que barbaridad nadamas con nombra el sitio de los sacrificio y huesos que barbaridad no le va entrar enfermedad estomacal lo que nose como tuviste valor de comer luego esas camiluchas la sopa tiene guasa no te digo na y el te asi estáis que se vais de varilla cuanto vais aprende de comida si me da angustia de los nombres y como la aran bueno que lo vaya mui bien y nosotros aquí esperando chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
ResponderEliminaresos héroes, a las duras y a las maduras!! jajajaja me encanta aunq os tocara el grupo con la alemana esa... no todo el mundo ha pasao por una escalinata vaginal jajjaja vaya pasá de trucha no?? qué rico!! el resto de las comidas explicar qué son que con el nombre sólo no se endienten las aragapuchas esas qué son?? jajaj
ResponderEliminarun apuntico ambiental: las bromelias no tienen pq ser todas plantas rojas, las hay de tos colores, la piña por ejemplo es una bromelia, son una familia de plantas que crecen sobre otros vegetales (epífitas)jjajajaja besotesssssss
Seguro que has tenido que revisar tus apuntes listilla. XD
ResponderEliminarQue por cierto esas bromelias estás muy chulas. Muy bonito Kuélap.