Segundo día en la selva

22 de Septiembre de 2014.

Nos levantamos tranquilamente a desayunar, y a las 8h estábamos de nuevo en camino. El río fue haciéndose más grande a medida que avanzábamos, y los ruidos más misteriosos.
Oíamos constantemente un sonido parecido a un cerdo, y nos dimos cuenta enseguida de que eran colibríes batiendo las alas. Se oía a los monos aullar, y las garzas graznaban produciendo hasta eco.




Llegó una lluvia fuerte de repente, y tuvimos que colocar rápido el plástico sobre nosotros. Nuestra primera parada fue en una cabaña aislada en una orilla, con un suelo de corteza de árbol, donde atracamos para almorzar. Nos hicieron unos tallarines con tomate y huevo duro, y después de comer, Mochileta salió un poco a investigar. Encontró más mariposas, caracoles gigantes y una araña gigante amarilla.





Seguimos nuestro camino, y a los Mochiletos le entraron ganas de pescar ya la cena. Mochileto no consiguió nada (por el momento), pero Mochileta pescó un pez gato, el cual se comió más tarde. Alucinamos bastante cuando vimos a Marcial sacar el arpón y casi sin ver en el agua turbia, ensartó unos cuantos peces en cuestión de segundos.




Por la tarde, llegamos a la cabaña del guardabosques, donde dormiríamos esa noche. Tenemos que decir que es el peor sitio donde hayamos podido dormir. Vale, era una cabaña cerrada... pero dentro se hallaba el mal. Por el momento, una tarántula en el baño nos observaba mientras cagábamos, y otra en la puerta de la cocina por si alguien se descuidaba y se quería apoyar. La cama, un colchón deshecho y mugriento, con infinidad de huecos en los tableros. La habitación, repletas de bichos. El ambiente cargado se podía cortar. Y mierda para llenar dos plazas de toros.




Cenamos prontito, con velas, y nos preparamos psicológicamente para la aventura. Cogimos nuestras linternas para un paseo nocturno en canoa, la experiencia más terrorífica, excitante y auténtica. Para empezar, se veían todas las estrellas del firmamento y la vía láctea como si fuera una película. Sonidos de todo tipo. Luciérnagas por todas partes. Daba miedo ir con las linternas y ver por todas partes pares de ojos rojos mirándonos en la oscuridad. Teníamos que mantener la calma, porque a oscuras, muchos pescados saltaban a la canoa, y si hacíamos mucho movimiento, podíamos volcar. De hecho, saltó un pescado similar a la piraña, aunque inofensivo, y le dio una bofetada a Mochileta. Qué sustaco, copón! Lo bueno de eso es que conseguimos el desayuno. Además, cuando enfocábamos al río, aparecían peces raros como el pez Lápiz.




Enfocando con la linterna a los árboles, encontrábamos de todo tipo de animales posados en las ramas, durmiendo muy quietos: búhos, aves nocturnas, un cuy... En pocos minutos empezamos a ver ojos de caimanes. Pasamos mucho miedo, porque estaban por todas partes en silencio, como acechando. Nos acercamos a una orilla, y de repente, Marcial metió la mano en el agua y cogió una cría de caimán. La pudimos tocar y medio coger, ya que empezó a gritar con fuerza llamando a su madre (que descansaba a escasos metros), y ésta podía venir a atacarnos si no dejábamos a su cría pronto. Esta información sobre la madre caimana la supimos después, ya que Marcial no quiso asustarnos.







Después de tantas emociones, y con la sensación de haber tenido una experiencia única, nos recluimos pesarosos en aquella tétrica habitación... aunque dormimos como lirones.

7 comentarios :

  1. Uf, uf, ufff. Otra vez cocineros y gente! Pero esto qué ehhhhhhhhhhhhhhhh?
    Y ese colchón "Lo Mónaco"? Aagggggg, pero si eso no lo tienen ni en la Cañada Real de Madrid!!! Vamossssss, yo no me acuesto ahí ni aunque fuera el último colchón sobre la faz de la tierra! QUÉ ASCOOOOOOOOOOOO! Pa coger un algo! La virgen!
    ¿Y con baño? No quiero ni imaginar el baño, menos mal que no lo has descrito ni mostrao a cámara, porque voy y te estoy dando jetasos hasta el final de los tiempos. Por cierto, Mochileta, cagarías a pulso, no? Ayyyy, no me lo cuentes, no quiero saberlo...
    Y arañas y bichos, ayyy...yo iré ahí cuando Marcial me pueda guiar en tanque. Yo dentro, por supuesto, y tó sellao pa que no entre ná.
    Experiencia única... Y tanto! Yo no he visto un colchón como ese EN MI VIDA!
    Voy a tener pesadillas esta noche...con el colchón del mal...


    Mami (en diferido, que me he tenido que ir a vomitar a mi baño decente lavao con lejía...ayyy)

    ResponderEliminar
  2. TONGOOOOOOOOOOOOOO!!!
    Esa araña NO es una tarantela! Las tarantelas son pelúas y esa está depilá.
    He dicho.


    Mami esteticien jejeje

    ResponderEliminar
  3. Pregunta:
    Lo que hay en la foto del matorral nocturno es un bicho o un truño?

    Mami quiere saber...

    ResponderEliminar
  4. NE,Y,NO que barbaridad que paseos mas terrorífico si eso es disfrutar que cosas buscando comida por la noche que divertido y el caimán asechando alos europeos menos mal que no lo vistes en ese momento osino es para carte y mearte como cualquiera y no te digo na la cabaña del tío ton lo pre parada que esta esperándolos que estaban las tarántulas dios que asco todas las pruebas las beis pasado por lo menos teneis un notable es que lo estoy leyendo y no me lo esa mierda me lo puedo creer que dormiste en esa mierda que agusto el baño al otro día por la mañana fue formidable dios el colchón dios sebe quien adormido ahí si no abeis cogido nada ya creo que ya abeis pasado casi todo bueno la aventura sigue asta pronto

    ResponderEliminar
  5. tendrás grabaciones del sonido de los animales no???????????' y si no ya las puedes empezar a hacer por donde vayas!!
    brutal el capítulo, está la temporada en lo más interesante, momentazo del pescao voluntario pa desayuno q te da en la cara jajajajajaja

    gracias por seguir viviendo estas cosas y retrasmitiendo ;)

    ResponderEliminar
  6. Lo peor de la cabaña es que ellos la verían a oscuras. Nosotros la vemos con el flash, pero imaginaros estar ahí a oscuras. Divertidísimo! XD

    ResponderEliminar