Yurimaguas y su agüita de coco...

19 de Septiembre de 2014.

Lo primero que hicimos esa mañana después de levantarnos de un dulce y relajante sueño fue ir a sacar dinero. Queríamos informarnos de las expediciones a la selva, y tendríamos que amoquinar bastante.

Nos dimos una vuelta por la plaza de armas, pasando calorcito y deleitándonos con la luz y la blancura de su ambiente tropical. En una de las calles empezaba el mercado, plagado de cosas exóticas: guacamayos, pirañas, pez doncella, tortugas, pieles de serpiente... Compramos, de momento, aguaje en fruta para probarlo, y sabía a boniato agrio. Después nos enteramos que teníamos que pedir el chupete de aguaje (en jugo).







También nos acercamos a ver el río Huallaga. Lo teníamos a una cuadra del hotel. Era impresionante ver la selva al otro lado del río, así que paseamos un rato por la orilla viendo la corriente que llevaba. De repente, encontramos una cabaña enorme de madera que resultó ser un hotel. Entramos a verlo, y era una pasada. Todo decorado con madera, un mirador al río con hamacas, habitaciones decoradas selváticamente... Nos enamoramos del sitio (llamado el Yacuruna), y enseguida nos cambiamos de hotel.






Allí conocimos a un chico turco, Emre, con quien hicimos amistad, y a una chica peruana que estaba recorriendo Sudamérica haciendo malabares y artesanía, Pilar. Con ella salimos a comer después de colgar nuestra mosquitera a una chifa donde comimos por muy bajo precio: pescado frito con yuca e Inka Cola de litro y medio. Todo ello mientras hablábamos de anarquismo y comunismo.






Estando descansando en nuestro nuevo y rústico hotel, conocimos a un chico que formaba parte de una agencia que organizaba expediciones en la selva, y después de regatear mucho con el precio, llegamos a un acuerdo de 120 soles al día para una excursión por la Reserva Natural de Pacaya-Samiria de, nada más y nada menos, 6 días! Después de hacer el negocio, fuimos a comprar dos hamacas, que nos harían falta para el día siguiente en el barco.

Esa tarde nos relajamos en la hamaca del hotel, viendo atardecer mientras los árboles se cubrían del amarillo de los últimos rayos de sol y empezaban a cantar las ranas y los grillos. Eso sí, insectos no faltaron. Además, cuando ya se hizo completamente de noche, había luciérnagas a montones en la oscuridad.




Por la noche salimos a un locutorio para poder deleitaros con nuestras vivencias, y nos compramos un coco helado para beber su agüita antes de irnos a cenar. Volvimos a repetir chifa, ya que nos convenía comer arroz (para el estómago), y fuimos pronto a dormir después de darnos una ducha. A propósito, la ducha era el baño entero, por lo que el váter y el espejo y todo lo que hubiera allí se mojaría y el suelo se inundaría.




La dormida fue de lo más ajetreado del día. Mientras cientos de escarabajos se pegaban trompazos contra las puertas y la mosquitera, las ratas chillaban pidiendo entrar en la habitación y los gallos cantaban en el tejado, como si tuvieran un casting para La Voz. A pesar del concierto, fue todo muy auténtico.

5 comentarios :

  1. ¿Anarquismo y comunismo? A ver, es que en Perú se hacen viajes en el tiempo además de por la selva amazónica?
    ¿Sabéis que estamos en pleno siglo dieci....emmmm, veintiuno?
    ¿Qué es lo que os metéis? ¿La hoja de coca es peligrosa? ¿La neurona bien? ¿Y la otra neurona se ha despertao ya?
    Miles y miles de preguntas inundan mi mente...
    Espero que regreséis al presente y habléis de solidaridad, igualdad, equidad, respeto y otras cosas modernas de este siglo sin siglas que contaminen las ideas. Como la P y la P juntas, muy contaminantes en estos momentos.

    ¿Ratas? AAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJJ!!!!!!
    ¿Pero ande os metéis, cochinossssssss?


    Mami con mascarilla...ay señor...

    ResponderEliminar
  2. NE,Y,NO Jo vais de mal en peor mui mal el paisaje alguno se ven bonito pero la higiene va por su ausencia cuándos capas de vivir ratas y curianas ya la prueba esta superada a mochilero le veo en la fotos que va aperde la melena los veo con la chica peruana asiendo malabares ssssssssssssss no me digas que los mercados Jo no me digas los mercados tienen mas mierda que un palo gañinero no me digas mira que una cuadra en hotel madre mia asta donde abeis allegado no lo va a entrar cagaleras con tanta caca y lo que lo queda nosotros esperaremosbesosssssssssssssssssss

    ResponderEliminar
  3. aggggg q cosa más buena el agua de coco, verdad q no tiene el mismo sabor que el coco rallao de aquí?!! besos, a mí el hotel me ha gustao tb, lo de los bichos.. normal al lao del río, las chifas q son los mcdonals de allí? y las pirañas son las de la panzica naranja?

    abrazos bichossssss

    ResponderEliminar
  4. ¿Lleváis todo el dinero encima? No sé si hay cajeros por allí XD ¿Y la foto de las luciérnagas? ¿Dónde está la foto de las luciérnagaaaas? Me chiflan como los mcchifas.

    Este me ha parecido un pueblo super bonito. Aunque cada vez más me temo que no voy a volveros a ver e pelo. Cuando veo esa foto del río y la selva al fondo me acuerdo de los documentales de cocodrilos y serpientes, e hipopótamos. Si veis un hipopótamo, ni se os ocurra acercaros!!! Esos son los más chungos.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto, me ha sorprendido esa forma de cambiarse de hotel y contratar un guía para 6 días, así sin conocerlo ni nada. Os podría haber llevado directamente a la muerte. Pensaba que teníais el viaje más "cerrado" en cuanto a planes, pero veo que no, que improvisáis un poco sobre la marcha. Oh, sí, con dinero en la cartera, eso mola.

    ResponderEliminar